Estalló la guerra. Dos titanes que estaban dispuestos a enfrentar y manejar a sus tropas, sin escrúpulos, con tal de conseguir el control total de las tierras que se disputaban.En primera línea los soldados inexpertos abrían la marcha, sin miedo, buscando los puntos ciegos en la defensa enemiga mientras que la caballería, respaldada por las torres de asedio, atacaban sin piedad a los que osaban acercarse a su rey.
La batalla llegaba a su auge y los soldados de élite se desvivían por proteger a su monarca, siempre cerca de él. ¿La reina?¿Protegerla? Los tiempos han cambiado amigo, ahora las reinas saben defenderse solas, es más, son las que mejor se desenvuelven en el campo de batalla.
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