- No sé qué es lo que tiene en mi contra, pero cada vez que voy a saludarle me ignora y se va.
- Pues no vayas a saludarlo más, eso que te ahorras.
- Ya, es lo que pienso siempre después de que me ignore al saludarlo, pero se me olvida… no consigo guardarle rencor…
- Bueno, por desgracia el rencor es algo que se va aprendiendo con la edad… Cuando crezcas supongo que te será más fácil…
- Vaya, pues me quitas un peso de encima…
- ¿Por qué?
- Porque no pienso crecer, y como el rencor se aprende creciendo por ahora estoy a salvo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario