Los ñus pueden ser tan irresistibles...






- Es algo muy simple a la vez que lógico. Un ñu al acercarse a un lago a beber, no le dice al cocodrilo "oye tú, cómeme".
- Está claro que no, un ñu tiene que ser cortés e insinuarse con más sensualidad para atraer al cocodrilo, algo como "Soy un ñu, tiquitiquití... cómeme..."

Sin Remitente

Había pensado en escribirte una carta para decirte todo lo que pienso...
...luego recordé que tenía mejores cosas que hacer.

Chantaje maniático

- De verdad, no sé para qué te cuento nada...
- ¡Já! Se siente. Ahora te tendré a mis pies durante una semana entera...
- ¿Sabes? No es de buena amiga chantajear de esta manera, no voy a contarte nada nunca más.
- Bah, sabes que tengo la manía de no cumplir con mis amenazas.
- Y yo la manía de acabar contándotelo todo... deberíamos ser menos maniáticos... no es sano.

Economía temporal

- Tengo mucho odio acumulado.
- Si, ¿no te cansas a veces de odiar tanto?
- Qué va, me parece útil.
- ¿Útil? ¿Odiar?
- Claro, así me ahorro el sufrimiento cuando me hagan daño: si los odio de antemano, me ahorro todo el trabajo.

Jaque al rey

Estalló la guerra. Dos titanes que estaban dispuestos a enfrentar y manejar a sus tropas, sin escrúpulos, con tal de conseguir el control total de las tierras que se disputaban.
En primera línea los soldados inexpertos abrían la marcha, sin miedo, buscando los puntos ciegos en la defensa enemiga mientras que la caballería, respaldada por las torres de asedio, atacaban sin piedad a los que osaban acercarse a su rey.
La batalla llegaba a su auge y los soldados de élite se desvivían por proteger a su monarca, siempre cerca de él. ¿La reina?¿Protegerla? Los tiempos han cambiado amigo, ahora las reinas saben defenderse solas, es más, son las que mejor se desenvuelven en el campo de batalla.

Random

Yo lo que quiero es vivir con una voz en off y una BSO personal...
para vivir como lo hacen en las películas.

06:50

Ya estoy despierto... el mundo ya puede empezar a girar de nuevo...

2oo pulsaciones por minuto

Él lo que quería era correr y no parar... Recorrer kilómetros y kilómetros solo con sus pies y a toda velocidad.

¿Para llegar a dónde?

No, la cuestión no era el dónde. Él quería correr para sentirse libre, el destino ya lo decidiría por el camino.

Hoy me apetece hacer algo distinto...

















... creo que me iré a la playa a intentar tocar la Luna con los dedos.

La gente es mala...

"Mala no; imbécil, que no es lo mismo. El mal presupone una determinación moral, intención y cierto pensamiento. El imbécil o cafre no se para a pensar ni a razonar. Actúa por instinto, como bestia del establo, convencido de que hace el bien, de que siempre tiene la razón y orgulloso de ir jodiendo, con perdón, a todo aquel que se le antoja diferente a él mismo, bien sea por el color, por creencia, por idioma, por nacionalidad, o por sus hábitos de ocio. Lo que hace falta en el mundo es más gente mala de verdad y menos cazurros limítrofes."


Fermín Romero de Torres (La Sombra del Viento)

A mordiscos

Imagina a un niño pequeño, de unos cinco años, al que colocan delante de una suculenta tarta de chocolate. El pequeño sabe que no debe probar la tarta, su madre se lo ha prohibido y si lo hace le regañarán y castigarán severamente. Pero es una tarta tan buena… de esas que con solo mirarla se te hace la boca agua, siendo incapaz de pensar en otra cosa que no sea hincarle el diente. ¿Qué crees que haría el niño?

¿Controlarse?

No… el pequeño miraría la tarta y pensaría: “Bah, si pruebo solo un poco mamá no se dará cuenta”.

Pero, ¿quedaría la cosa ahí? No exactamente… Una vez que ha probado la tarta, el niño solo piensa en catarla de nuevo. “Bueno, si pruebo un trozo no importará, ¡todavía quedaría mucha tarta!

Está claro que la cosa tampoco se quedaría ahí. No hay otra cosa en la mente del chico que no sea la tarta. “Tampoco estaría mal que me comiera media tarta, la otra mitad se la dejaré a mamá y así no se enfadará tanto…

Pobre iluso.

Al final, como es de esperar, el niño sucumbiría al sabor del chocolate: “Creo que me voy a comer la tarta entera, total, ya que me van a regañar por haberme comido la mitad… ¿qué más da que me regañen por habérmela comido entera?

El silencio habla por sí solo... ¿no?

- Te estoy hablando...
- ...
- Oye...
- ...
- ¿Hola?
- ...
- Oye, ¿me estás escuchando?
- No me interrumpas cuando te ignoro.

¡Púlsalo! ¡Ahora! ¡Ya! ¡Venga!

- ¿Nunca has tenido ganas de presionar uno de esos botones rojos y brillantes en los que pone "no pulsar"?
- Pues no, nunca.
- ¿Ni si quiera por curiosidad? Para saber qué es lo que ocurre al tocarlo.
- Que no. Además, si pone que no lo pulses será porque no debes pulsarlo... ¿no?
- Si piensas así es porque nunca te has cruzado con uno de esos botones...

¿Tienes algo que hacer hoy?

tantas cosas por hacer...
y a mí que me falta mueble para poner post-its

Es que esas cosas dan vergüenza...

- Voy a convertirme en un superhéroe. Lo tengo decidido.
- Ya empezamos.
- Te lo estoy diciendo en serio. Sería genial.
- Mírate, no levantas un palmo del suelo y apenas tienes masa muscular. ¿De verdad crees que serías útil como héroe?
- ¿Cómo que no? Me sobran agallas. Además, mi intención es ayudar a la gente, combatir el crimen y rescatar a alguna que otra damisela en apuros… ¡Con tan buenas intenciones puedo ser el héroe que quiera!
- Vale, pero espero que por lo menos te queden bien las mallas…
- Mierda es verdad, las mallas… ¿Sabes? Creo que eso de ser un superhéroe no es tan buena idea…

they Can't sLeep...

... but they Can danCe!

Saca el parchís y nos echamos unas damas






¿Y por qué tenemos que jugar como lo hace todo el mundo?
Prefiero que inventemos nuestras propias reglas...

"En serio, hay que estudiar..."

- Ven aquí y siéntate. Ya va siendo hora de que tú y yo tengamos "la conversación"... A ver por dónde empiezo... verás, la sexualidad es mucho más bonita compartida...
- Mamá, que ya soy mayorcito... Además, tengo que limpiar mi habitación y no tengo tiempo.
- ¿Tu habitación? ¿Se puede saber desde cuándo no la limpias?
- Pues... creo que desde hace una semana, es que estoy saturado por culpa de los exámenes y no tengo tiempo...
- ¡Ala! Entonces sí que ha tenido que entrar polvo en tu habitación...
- No mamá, ese es el problema, que polvos en mi habitación no entran...

- ¿Ves? Eso es por no haber tenido "la conversación"...
(Hey Oh)

Yo de mayor voy a ser joven

- No sé qué es lo que tiene en mi contra, pero cada vez que voy a saludarle me ignora y se va.
- Pues no vayas a saludarlo más, eso que te ahorras.
- Ya, es lo que pienso siempre después de que me ignore al saludarlo, pero se me olvida… no consigo guardarle rencor…
- Bueno, por desgracia el rencor es algo que se va aprendiendo con la edad… Cuando crezcas supongo que te será más fácil…
- Vaya, pues me quitas un peso de encima…
- ¿Por qué?
- Porque no pienso crecer, y como el rencor se aprende creciendo por ahora estoy a salvo...

Déjate de sentimentalismos

Alegría era una chiquilla algo más pequeña que el resto de niñas de su edad. Era bastante adorable, con su pelo rubio rizado y sus enormes ojos color miel… Aun siendo tan mona, lo que realmente destacaba en Alegría era la capacidad que tenía de contagiar su felicidad allá por donde pasaba. Una buena tarde, desde su pequeña habitación, vio que una chiquilla de su edad, pero algo más alta, se estaba mudando a la casa de al lado.
La chica nueva se llamaba Sonrisa, y era alta, morena de piel, con los ojos azules y unos dientes blancos y grandes como perlas. Al igual que Alegría destacaba por su felicidad contagiosa, Sonrisa lo hacía por ser una chica siempre risueña. Pronto, ambas entablaron una gran amistad y desde el primer día que se conocieron fueron juntas a todas partes. Allá dónde Alegría contagiaba su felicidad, Sonrisa hacía que se rieran.
Una tarde de paseo Alegría y Sonrisa acabaron en un parquecito situado cerca de sus respectivas casas. Allí encontraron, como cada día, a Tristeza y a Llanto sentados al pie de un árbol viejo y roñoso. Tristeza, a pesar de ser de la misma edad que Alegría, parecía ser mucho más grande, con su pelo negro encrespado y su aspecto desmejorado. Era todo lo contrario a Alegría, siempre pesimista y decaída. Llanto, el hermano gemelo de Tristeza, era algo más canijo y, al igual que su hermana, presentaba un aspecto descuidado. Tenía el flequillo largo, no porque le gustara, sino para que sus ojos estuvieran cubiertos y no se notara que siempre los tenía hinchados.
A Alegría no le gustaba Tristeza, no la odiaba, pero no comprendía por qué siempre estaba afligida y, por más que se esforzaba, nunca conseguía contagiarle su felicidad. Por otra parte, Llanto le parecía un chico sensible que necesitaba un poquito de atención y felicidad en su vida. Sonrisa, sin embargo, pensaba que Llanto era un llorica teatrero con el que no merecía la pena perder el tiempo y, al contrario que Alegría, pensaba que Tristeza necesitaba algo más de atención y trataba de hacerle compañía siempre que podía.
A pesar da las diferencias que tenían, pasaban mucho tiempo juntos, soportándose unos a otros y aceptándose tal y como eran. La amistad que mantenían los cuatro quizá no era estable, pero supongo que así son los sentimientos. Con la Alegría siempre acabamos Sonriendo, incluso puede que acabemos Llorando de la emoción. Al igual que con la Tristeza, con la que siempre Lloramos y que a veces tratamos de ocultar con una Sonrisa.

Hoy me siento...

- ¡Uy! ¡Mira ese! Yo le echaba un polvo...
- Tía, ¿qué dices?...
- Bueno, vale, le echaba dos... que hoy estoy romántica...

¿Te cuento un cuento?

Un señor fue invitado a la típica cena elegante en las que el champán y la elegancia se palpan en cada esquina. La idea de asistir a una de esas fiestas no le parecía del todo apetecible, aun así decidió vestirse con lo primero que pilló en el armario y se presentó en el lugar con la mejor de sus sonrisas.

Una vez allí, las cosas no fueron del todo bien. Ni los invitados ni los anfitriones reparaban en su presencia, y los que lo hacían cuchicheaban mientras miraban con reproche; le dejaron el peor lugar de la mesa, el asiento más apartado del resto de invitados; la peor de las comidas fueron a parar a su plato, servidas tarde y frías y, cada vez que intentaba llamar a un camarero, éstos le ignoraban y pasaban de largo.

El señor se sintió fatal, se hartó y decidió salir del lugar para volver a casa. Una vez allí, meditó por un momento la situación de la fiesta y decidió vestirse con sus mejores galas, se echó su perfume más caro y volvió con la cabeza bien alta.

Cuando volvió a la cena las cosas fueron diferentes. De repente fue el centro de atención de todas las miradas, esta vez, miradas de amabilidad y respeto; la gente no paraba de ofrecerle su compañía, a pesar de que las conversaciones eran superfluas y carecían de interés; en la mesa le cedieron el mejor de los asientos y toda la atención que le había faltado un rato antes ahora lo agobiaba.

Eso no era lo que quería.

Harto de la situación, puso sus ropas sobre la mesa y dijo:

- Aquí tenéis todo lo que quereis de mí.

Y se marchó desnudo a casa.


LPDE – 2x02

Bang...

Odio el fuego que produce la pólvora, es un fuego sin clase...

... pero créete siempre lo que te diga una mosca.




- ¡Huy! Qué bien huele...
- Si... Creo que viene de esa planta.
- Voy a acercarme, que quiero olerla mejor...
- ¡No espera! ¡Yo sé cual es esa planta! Se come a las que son como nosotras...
- ¿Pero qué dices tonta? ¿Cómo se va a comer una planta a un insecto? Es completamente antinatura...
...
[Y esas fueron las últimas palabras de Berny, la mosca]

Nunca te creas nada de Nestlé...

- Estás triste.
- No.
- No sabes mentir, dime qué te pasa.
- Que no me pasa nada.
- ¿Quieres chocolate? Dicen que quita las penas.
- Eso fue un invento de Nestlé para aumentar las ventas.
- Venga, va. Cuéntame qué te pasa, y no me digas que no te pasa nada porque no sabes mentir.
- Ni tú consolar.

maLa sueRte...















Ella: De verdad, es que no entiendo por qué siempre dices que tienes muy mala suerte...
Él: ¿Por dónde quieres que empiece?

No te creas todo lo que dicen en la tele...

- Nene, ten mucho cuidaito por la calle que ahora están secuestrando a mucha gente...
- Abuela, las cosas no son así. Como ahora en la tele solo se habla de secuestros te crees que es lo único que pasa en la calle... Se llama hipótesis de cultivo...
- ¿Cultivo? Cultivo el de patatas que tengo yo ahí atrás en el huerto...

Arquímedes, lo siento, somos más listos que tú

- Si me he dado cuenta hasta yo, que soy la cumbre del pavo...
- Anda ya, no exageres...
- Que sí, que soy la C del "Cuajo" y la M del "Mongola"...
- Vaya, entonces yo sería "uajo" y "ongolo"... porque la C y la M ya las tienes tú...

(Hey Oh)

No me ayudes a levantarme, que ya puedo solo

- Cada día que pasa tengo más motivos para pensar que la sociedad está podrida...
- ¿De qué hablas?
- De que la gente cada vez obedece más a sus intereses y mira menos por los demás...
- Siempre tienes algo por lo que quejarte... hay gente para todo.
- Seguro que ahora mismo caes al suelo y ninguna de las treinta personas que hay aquí se acerca a ayudarte.
- Pero eso no es porque estén podridos, eso es porque piensan que otro vendrá a ayudarme...
- Ya, pero tú seguirás en el suelo.
- Bueno, tampoco puedo pretender que siempre haya una mano ahí para levantarme... hay que saber cuidarse solo.
- Entonces quedamos en que la sociedad no está podrida, sino que es vaga, ¿no?
- Yo diría que está desmotivada, que necesita que le den un empujoncito para empezar a actuar.

Que quede claro...

- Eres una zorra, que lo sepas...
- ¡Oye oye!
- Pero de lista, no de puta.
- Ah, bueno...
- Más quisieras tú tener la vida sexual de esas...

...

Conversaciones de cafetería

- Tengo un comentario rarísimo en el blog que no sé de quién es...
- No me digas... oye, ¿y si es un acosador?
- Mientras que esté bueno me da igual...
- Sí, pero sigue siendo un acosador.
- No, si está bueno no se dice "acosador", se dice "he ligado"...
...